Para la mayoría de los delitos, el gobierno decide lo que podemos hacer y, sobre todo, lo que no podemos hacer. Con los delitos contra el lenguaje, la situación es algo distinta. Para empezar, no te multarán ni irás a la cárcel por saltarte las normas gramaticales. Sin embargo, eso no quiere decir que no haya reglas. ¿O no las hay? La respuesta es que depende.
Muchos países sí tienen una agencia responsable de decidir lo que es gramaticalmente correcto o no. Este organismo decide el significado de las palabras, impone normas de sintaxis (orden de palabras) y decide dónde se debe o no se debe poner comas. España tiene la Real Academia Española, Francia tiene la Académie française, Alemania tiene el Rat für deutsche Rechtschreibung, y así con muchos otros. No te multarán por colocar un punto y coma en vez de dos puntos en tu blog, pero te pueden decir si está bien o mal.
El inglés estándar
El inglés es un lenguaje mundial y se habla de diferentes formas por todo el mundo. Está claro que los acentos varían, pero a veces el vocabulario y la gramática también son distintos. Nuestra entrada reciente explica cómo las personas alrededor del mundo tienen muchas maneras diferentes de decir «Hola». Los hablantes nativos de inglés entienden a otros hablantes nativos la mayoría de las veces, pero si estás aprendiendo inglés, esto puede ser bastante difícil. ¿No sería más fácil si todo el mundo hablase un inglés estándar?
Esto nos lleva a la siguiente pregunta: ¿qué es «el inglés estándar»? Para algunos, es el inglés británico, porque es el lugar donde el idioma tiene sus origines. ¿Pero realmente es el inglés británico más correcto que el inglés americano o el inglés indio? ¿Y quién decide esto? La respuesta sencilla es nadie: no hay ninguna Academia Real del Inglés y todas las variantes son igualmente «correctas». Debido a esto, en parte, los diccionarios y libros de gramática inglesa tienden a ser más abiertos al cambio que sus equivalentes en otros idiomas. Si mucha gente empieza a usar una palabra nueva, o a emplearla de una manera diferente, la nueva definición entra rápidamente en los diccionarios. De hecho, el Oxford English Dictionary añade miles de nuevas definiciones cada año.
«¡Fantástico! Puedo decir lo que me plazca».
Pues lo siento, pero no puedes. La gente no te entenderá, eso para empezar. Entonces te preguntarás qué variante del inglés deberías aprender y cómo puedes estar seguro de que lo estás hablando y escribiendo correctamente, si no hay reglas oficiales.
Empecemos con qué versión aprender. Esto es bastante obvio, pero merece la pena comentarlo: todo depende de cómo vayas a usar tu inglés. Si quieres leer artículos de prensa o libros en inglés, poco importa si aprendes el inglés británico o el americano, porque terminarás leyendo un poco de los dos. Sin embargo, si vas a estudiar o trabajar en un país determinado, deberías aprender el inglés local.
Ahora abordemos la falta de reglas. En la práctica, es bastante irrelevante: puedes aprender inglés del mismo modo que cualquier otro idioma. Escucha a tu profesor de inglés y a hablantes nativos, usa diccionarios y libros de gramática y supón que el lenguaje usado en los libros, artículos de prensa y las películas es normalmente correcto. Comparado con algunos otros idiomas, hay menor unanimidad sobre lo que está bien, pero solo te afectará si tienes un nivel muy alto de inglés.
Si llegas a tener un inglés muy bueno, puedes consultar una guía de estilo que aporta recomendaciones sobre gramática, puntuación y vocabulario. Hay guías de estilo general, tales como Fowler’s Modern English Usage y The Oxford Style Manual y guías de estilo especializadas como The Chicago Manual of Style (textos académicos) y The New York Times Manual of Style and Usage (periodismo). Por supuesto, no siempre coinciden entre ellas.
A pesar de las diferencias entre las variantes de inglés hablado alrededor del mundo y la falta de reglas fijas, la mayor parte del tiempo los hablantes de inglés logran entenderse sin demasiados problemas. Puede resultar confuso para los hablantes no nativos, pero intenta disfrutar de la diversidad y riqueza del lenguaje.